viernes, 3 de diciembre de 2010

Diario de una muerte digna

Cansada de estar en mi casa , después de haberme quedado en paro, me dirigí al hospital insular, donde tenemos a nuestros mayores, hablé con el director de este centro, le entregué mi currículum donde expongo mi experiencia en técnicas de relajación par encontrar paz interior y aligerar los miedos, le ofrecí ir a este hospital como "voluntaria"  para que las personas que están allí en la fase terminal se encuentren un poco mejor, ya que no hay cuidados paliativos,  Para mi sorpresa la respuesta que recibo es que es un centro "Cerrado" y que le "venda la moto " a la consejera de asuntos sociales. Y yo me pregunto, que muerte digna nos venden , si con un pinchazo se arregla todo el problema, ¿y la parte emocional de la persona, donde queda ?, ¿En que sociedad vivimos si ni siquiera podemos poner al servicio de los más necesitados los dones que la naturaleza nos ha dado para ayudar en los momento más críticos de la vida?. ¿Tan "Cerrados"  son los dirigentes que ni siquiera podemos ofrecer un servicio altruista y de corazón a nuestros padres y madres tíos, abuelos, que tenemos allí, y a las que sabemos podemos ayudar?, todas estas cuestiones quedan en el aire y nos invitan a la reflexión.  Si realmente el ser humano avanza o nos quedamos rezagados. ¿Tenemos humanidad o solo basamos nuestra vida en leyes y dogmas creados?, ¿Que dejamos a la espontaneidad ?. Invito a todos a que interioricemos y veamos si podemos hacer algo por nosotros mismos, pues nuestros mayores también somos tú y yo, no hay separación.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón y me deja boquiabierto la respuesta del hospital... que muerte mas cutre.

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