Entrar en meditación, es entrar en lo más profundo de tu ser, es estar contigo mism@, es encontrar lo que siempre has sido, y que no tiene que ver con ideologías, dogmas o circunstancias. Es conocerte,
es "entrar en un océano de dicha que está más allá del pensamiento"
Al nacer estamos en el silencio, somos eso; el silencio, pero, poco a poco, nos sumergimos en un caldo de dogmas, creencias, normas y nos convertimos en personas identificadas, con una manera de ser, de sentir, que no queremos, sabemos o podemos cambiar.
Poco a poco el "Ser de silencio" de paz de amor se va guardando en un rincón olvidado, ¡ y como no!; tenemos miedo de sacarlo porque se encuentra fuera de lugar en este mundo de egos que hemos creado. Se siente vulnerable.
Comenzamos a enfermar y no encontramos la felicidad, nos deprimimos y apagamos, se nos va la alegría y el brillo de la vida. Nuestro espíritu se apaga en el mundo que nos hemos impuesto.
Debemos y podemos romper moldes, ser espontáneos, y recuperar la fuerza que solo brota de dentro, no hay ningún lugar fuera donde poder encontrarla.
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